El salmón es un excelente pez de carne jugosa que, si se cocina adecuadamente, es absolutamente fenomenal para el paladar. Muchos cocineros que no están familiarizados con la cocina de pescados y mariscos, verán el salmón como una dura tarea culinaria, pero es realmente fácil cocinarlo y es probablemente uno de los pescados más fáciles de preparar.
La Preparación del Salmón
- Al comprar el salmón siempre debería estar fresco y nunca congelado.
- Busque un salmón de un grosor de 1 a 1 /4 pulgadas (alrededor de 2,55 cm). Su salmón debería tener un tono rosáceo muy brillante; éste es signo de su frescura.
- Localice el salmón con mejor aspecto y luego huélalo. Debería oler algo así como a agua, y no oler «a pescado» – lo cual es otro signo de que está fresco.
- Sazone ambos lados del filete de salmón con sal y pimienta. Déjelo reposar durante 5 minutos.
- Precaliente la sartén anti-adherente a fuego fuerte hasta que las gotas de agua comiencen a «bailar» en el metal, luego baje la temperatura a nivel medio.
- Personalmente no utilizo aceite o mantequilla para preparar el salmón ya que este pescado contiene suficiente grasa natural.
- Colocar el salmón en el centro de la sartén.
- Cocine el salmón durante 6 minutos por cada lado, para voltearlo utilice una espátula
- Compruebe si está bien hecho pinchando con un palillo o un cuchillo el centro del filete, y luego sáquelo. Si sale limpio, el salmón está listo para servirse.
- Utilizando la espátula, retire el filete de la plancha o sartén y póngalo en un plato, y luego sírvalo.
¡Disfruten y Bon Appétit!
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